Octubre 11 del
1016
Bogotá D.C
Pontificia
Universidad Javeriana
Investigación
cualitativa
Trabajo de campo
– Etnografía
Aborto Ilegal –
Estación Profamilia
“ Acabar una vida por miedo a
vivir la mía”
Tomar la decisión de ir a un lugar de estos no es
fácil, fue lo primero que pensé antes de tomar el transmilenio para llegar
hasta la estación de profamilia, y de ahí comenzar la aventura de entrar algún
lugar ilegal de abortos.
Un día lluvioso y gris, tal vez no la mejor opción
para sentir que era el día correcto de hacerlo, o por el contrario, el mejor
día, para sentir esa depresión de llegar a un lugar así y entrar mas en el
papel de una madre que quiere abortar y
saber lo que esta puede sentir. Cuando digo un lugar “así ”, hablo de un
espacio como sin alma, vacío de amor, pero lleno de llanto, dolor y tristeza y
tal vez diría yo un poco de desesperación.
Chaqueta muy gruesa y botas de agua, un poco de
miedo, con frio pero sinceramente con ganas de ver una realidad nueva, así
estaba ese 7 de octubre del 2016, acompañada de mi amiga Daniella Zulluaga y de
José Cifuentes, el cual tomo la decisión de ir por miedo a que nos pasara algo
al momento de decir la mentira. Ahora se estarán preguntando que mentira, pues
la idea desde un principio fue hacernos pasar por una madre embarazada que
quería abortar y preguntar todo al respecto. No era un trabajo sencillo, aunque
así pareciera, primero, debíamos estar listas para saber que decir, tener la
confianza de decir NO, si nos pedían pruebas de embarazo, o una ecografía y
tener una buena historia para que no se dieran cuenta que hacíamos un trabajo.
Desde la estación de profamilia ya se sentía la tensión, pero entre palabras íbamos
olvidando a donde íbamos. No sabíamos por que lado de la estación salir, pero
decidimos que cualquiera estaba bien, igual debíamos caminar, para encontrar
algún lugar.
Saliendo de la estación, el viento que corría era
mas denso del que normalmente movía mi cabello, la gente en la calle, no tenia
el mejor aspecto, primero cabe recalcar que las calles estaban sucias, y con
charcos por la lluvia que había caído una media hora antes, los desechables
sentados en las calles, sacando comida de la basura, oliendo bóxer, o
simplemente durmiendo. No quisiera describir todo el ambiente como si estuviera
solo acompañado de este tipo de gente, habían otros caminantes mas normales, y
cuando hablo de normalidad, digo gente común vestida bien y caminando al
trabajo , a su casa o simplemente a comer algo.
El tiempo de la estación a los lugares donde
encontramos avisos de aborto para mi fue realmente largo, los pasos eran cortos
por los charcos, y las risas de nervios mientras caminábamos eran inevitables.
Cada paso que dábamos era estar un paso mas cerca de empezar esta aventura, así
que mientras íbamos debíamos pensar bien como mentiríamos y que íbamos a decir.
Pasamos de 3 a 5 cuadras feas, pesadas y de mal aspecto, hasta que llegamos a
la cuadra de profamilia, y vimos en el lado izquierdo avisos como “
radiografías 2d, 3d” “ Ecografías” “ Ayudas para embarazo” “ Orientación para
familias”, y supimos que habíamos llegado.
Mientras esperábamos en el semáforo para cruzar la
caracas, íbamos leyendo todos los avisos grandes en casas viejas y feas,
imágenes de ecografías, fetos y familias impresas en murales, siempre a la
vista. Semáforo en rojo, hora de pasar, caminamos con ese miedo de saber que nos
esperaba, pero sabíamos que no iba a pasar nada malo si sabíamos mentir bien.
Hay mismo que tocamos la otra acera, Daniella me dice, “ten tu celular listo
para que grabes, necesitamos notas de voz y no se nos olviden los detalles”.
Perfecto eso hice, saque mi celular y busque la aplicación de grabadora de voz,
pero de los nervios no podía encontrarla, sentía que alguien nos seguía,
alguien se podía dar cuenta que veníamos a una investigación, entonces
intentaba hacerlo con cautela.
Pasados unos minutos encontré la aplicación en mi celular,
y cuando la iba abrir se acerca un señor, me acuerdo muy bien bajito, gordo,
pero cuando digo gordo me refiero a panzón, incluso cuando lo vi me lo podía
imaginar bebiendo cerveza en un estanco cada 15 días cuando recibiera su
sueldo. Tenia un jean claro, una camiseta azul, su aspecto era de una persona
mas o menos de 31 años, era moreno y realmente tenia una voz convencedora.
“ Niñas que buscan, no les de pena, pastas,
procesos, consultas”, fue lo primero que nos dice, caminando hacia atrás y
mirándonos, un silencio incomodo rodeo el ambiente, Daniella y yo íbamos una al
lado de la otra, en el momento en que nos hablo, José dio un paso hacia atrás y
comenzó a caminar mas despacio. El silencio lo decía todo algo queríamos, algo
íbamos a preguntarle, si no ya le hubiéramos dicho “ no señor gracias no
estamos interesadas”, el silencio le dio a entender que si buscábamos. Después
de ese momento incomodo se puso a mi lado y decía “ niña tranquila que
necesitan yo le ayudo con lo que necesite”, en ese momento le peque con mi codo
a Daniella en su brazo y le dije habla dile.
Por mi cabeza pasaba de todo menos cosas buenas,
que debía decir “hola si señor queremos abortar nos ayuda? “, pero mi voz no
salía, tenia miedo, o pena?, no se, pero simplemente sabia que no iba a ser
capaz, por eso necesitaba que Daniella hablara, pues era el momento perfecto.
Daniella voltea su cabeza y con voz temblorosa
dice, señor estoy buscando un lugar para interrumpir un embarazo, cuando ella
lo dice eso descanso, respiro y digo “ bueno ya dicho ahora que empiece esto y
nos lleve al lugar”. Efectivamente el señor nos dice “si si miren síganme
tenemos un lugar seguro, con buenos médicos, es una IPS, síganme allá pueden
hacer una consulta con una medica”. En principio fue extraño, una IPS?? En
serio hacían abortos en estos lugares, pensé que talvez no todos los médicos estaban
enterados de estos procedimientos, o que era una IPS entre comillas, no
registrada o algo ilegal para que permitieran algo así.
El señor se adelanta y nosotras caminamos detrás
de el, con mucho cuidado Daniella me dice “prende el micrófono y mételo en tu
bolsillo”. Lo seguimos hasta ver el lugar, antes de entrar nos da una tarjeta y
nos dicen entren esperen yo voy a buscar a la medica.Era una casa vieja, no parecía una IPS, digamos así
buena, pero debíamos entrar , la sala de espera era fría, las sillas azules,
pequeñas y no se veía mucha gente, únicamente estaba la recepcionista y una
gente hablando con ella. Mientras este señor, el cual creo se llama Cesar, pues
eso decía en la tarjeta, se fue hablar con una mujer rubia con camisa de
muñecos.
Mientras esperaba en la sala de espera miraba cada
pared y espacio del lugar, paredes todas blancas, con avisos de cuidado a
fetos, un botiquín y en el lado derechos dos cuartos, en donde se veían
maquinas como de laboratorio, me imagino, donde llevaban muestras medicas para
estudiarlas y al lado una camilla y una silla, esto quiere decir, el cuarto
donde tomaban muestras. En ese momento entra una medica y le dice a una mujer
rubia baja “sigue
siéntate para tomarte la muestra”, la mujer le entrega la cartera a su esposos
este sonríe y entran.
Cuando vi esta pareja entrar, pensé, bueno hay una
pareja bien en este lugar, de pronto esta embarazada y quiere saber como va su
bebe, están felices sonrientes y entraron relajados. Entonces tal vez si era
una IPS, hacían exámenes normales, pero algunos médicos utilizaban las salas de
procedimientos para abortos a escondidas de los médicos que no estaban de
acuerdo. Por esta razón me imagino yo, Cesar fue hablar primero con la medica,
pues era una de las que realizaba esta practica ilegal y debía advertirle antes
de entrarnos a la consulta.
Daniella, José y yo estábamos sentados callados
esperando, hasta que vemos que se acerca la medica y Cesar nos dice “ miren
sigan con ella, ella es la que los va atender para esta consulta especial”.
“Especial”?, pues claro íbamos a preguntar por un aborto, y ella con esa
palabra ya lo entendía, sabia a que íbamos. José nos hizo cara de yo mejor los
espero afuera, tome mi maleta Daniella la suya y fuimos detrás de ella. Antes
de entrar al consultorio salió una persona mayor con su esposo medio
discutiendo, sinceramente no escuche de que hablaban, pero no tenían cara de
haber salido felices. Después de ver a esta gente salir, fue que me entro el
miedo, de entrar hablar, o que tal me riera?, nos cogían en la mentira, así que
entre con la cabeza medio agachada.
Daniella entro se quedo parada frente a la medica,
cesar se sentó en un mueble al lado derecho de la medica y yo en un puf detrás
de Daniella. El lugar era escalofriante, solo pensaba que allí hacían
ecografías para abortar, lo raro era que estaba todo decorado como un
consultorio de un pediatra, con muñecos, dibujos, figuras infantiles y al lado
la maquina de ecografías y otros aparatos médicos que la verdad no sabia que
eran.
La medica se sienta y dice bueno cuéntenme que
necesitan, Daniella respondió mira estoy embarazada y quisiera intervenir el
embarazo. La medica para comenzar le pregunta lo básico, cuantos años tienes,
donde estudias, estas segura de esto que quieres, Daniella responde con
sinceridad, con voz nerviosa y termina con la siguiente frase “ no estoy segura
pero quiero averiguar como seria, que me podría pasar y el costo”. Obviamente
yo sabia que la medica le diría primero que
debía revisarla, debía hacerle algún
procedimiento para ver el tipo de embarazo, o las semanas del bebe, y ahí me
dije ojala no le pidan nada, por que como vamos hacer para salir vivas de esta.
“ Debemos
hacer una ecografía para saber cuanto tienes de embarazo, de esto depende el
costo y el tipo de procedimiento, entre mas avanzado el embarazo es mas
complicado”, yo no sabia lo que pensaba Daniella en ese momento, pero sentí el
miedo en el consultorio, en sus ojos vi desestabilidad, su piel empezó a
tornarse roja, como con alguna alergia ( Daniella se va manchando de rojo
cuando tiene pena o miedo), cuando la vi así dije “ ojala sepa que decir”. “ No
en este momento no me siento preparada, tengo miedo, solo quiero averiguar,
quiero hablar con mi mama y después venir con ella”, dice Daniella, pero la
medica insiste muchas veces y ella seguía defendiendo su posición de no querer
hacerse la ecografía. Cuando vi mucha duda en la medica interrumpo diciendo “
ella esta muy nerviosa por eso vengo yo con ella, pero no esta preparada, creo
que es mejor que averigüe todo y cuando se sienta tranquila vuelva”, ahí la
medica ve que tengo el celular al lado de mi bolsillo y me pregunta si lo tengo
prendido, en ese momento siento que se me cae el mundo encima, dije, nos
mataron, nos cogieron, se dieron cuenta que estoy grabando y ahora si no hay
nada que hacer, ojala José nos ayude. Nada paso, le dije que lo tenia prendido,
lo voltee ya bloqueado para que no se vira el grabador de voz y le dije que no
sabia que era prohibido tenerlo prendido, a lo que respondió que no por que
alteraba las maquinas.
Seguramente también la medica se asusto, no era
cierto lo de las maquinas, simplemente tenia miedo de las grabaciones, de que fuéramos
personas que estuvieran investigando el lugar y eso no les convenía. Apague el
celular y la charla continuo, ahora la medica me preguntaba a mi yo quien era
de Daniella, le contesto que soy su mejor amiga y no quería dejarla sola.
Daniella ya estaba alterada después de los sustos que habíamos tenido ( la
ecografía, y el celular), así que la
medica dice “ estas muy alterada se nota, creo que lo mejor es que pienses si
quieres o no abortar y después vengas con mas confianza”. En ese momento se que
Daniella respiro y dijo okey ya me salve, y aprovecho para preguntar los tipos
de procedimientos que habían y los riesgos.
Cesar decide
entrar en la conversación, obvio el estaba ahí por que si lograba generar el
aborto le darían una parte del pago, el era el que conseguía los clientes en la
calle y ella ponía la IPS como el lugar del procedimiento, nos decía “ si niñas
piensen bien y después vuelven , me llaman o escriben y nos encontramos aquí,
pero me avisan, no pueden llegar preguntando por abortos aquí a todo el mundo”,
creo que con esto ya confirmaba lo pensado, no todos los médicos sabían. La
medica responde a la pregunta de Daniella diciendo que habían dos opciones, o
una pastilla intravaginal que causa un sangrado, pero nos decía que tenia poca
efectividad, no era seguro el aborto, por lo cual era necesario una ecografía
después de la pastilla para verificar el aborto de manera correcta y sin
residuos. El segundo procedimiento era el aborto quirúrgico, ya era entrar con
pinzas a sacar a el bebe, y por no decir mas sacarlo, literal parte por parte.
En ese momento Daniella pregunta si es peligroso, cuantos días de incapacidad
necesita, y rápido la medica y a la vez Cesar responden, que no pasaba nada era
muy seguro, tanto así que salían ese mismo día caminando como si nada hubiera
pasado. Yo no sabia que pensar, si era verdad o simplemente nos querían hacer
sentir tranquilas para que aprobáramos el aborto.
Hubo un momento de silencio grande y ahí Daniella
pregunta si ellos tienen ayuda psicología, la medica dice “obvio si tenemos psicólogos, debes pedir
cita, por que estas muy alterada”. Yo ya estaba un poco estresada viendo a
Daniella tan mal, a la medica como sospechando, por que sinceramente era muy
raro que una persona no se dejara hacer una ecografía, pues es un procedimiento
demasiado sencillo no requiere de
pensarlo para hacerlo. Decidí intervenir y decir “ si es mejor que ella lo
piense y cuando este segura venimos, con
mas tranquilidad y tiempo”. Cesar vuelve y dice que volvamos que el esta
pendiente y que lo podíamos llamar.
Yo no veía la hora de salir de ese consultorio,
quería estar lejos de ahí, eran sentimientos de estrés, nervios, miedo y dolor
el que sentía estando allí sentada, Daniella se despide, la medica nos dice que
podemos volver, damos las gracias y salimos. José estaba sentado en la sala, le
dijimos vamos, y empezamos a caminar, Cesar iba con nosotros insistiendo que no
había problema que lo encontrábamos a la hora que quisiéramos, y dos cuadras
mas adelante nos dejo y nosotros seguimos. Teníamos miedo de hablar de la
mentira, sentíamos que alguien nos seguía, y podía enterarse de todo, así que nos fuimos caminando rápido y callados
hasta sentirnos lejos de este ambiente. Mas adelante hablamos del tema,
Daniella lo primero que me pregunta es “ quedo la grabación”, para lo que
lamentablemente tuve que responder que no, al momento de apagarlo la grabación
se haba perdido, debíamos acordarnos nosotras mismas de todo sin ninguna ayuda
visual o sonora, pues fotos era aun mas complicado tomar, la única prueba que
teníamos era la tarjeta que nos había entregado Cesar.
Llegando a la estación de la calle 45 José nos
comenta, durante nuestra estadía en el consultorio vio salir a dos mujeres con
aspecto de prostitutas, por su forma de vestir, y su cara, ellas salían del segundo
piso ( el piso donde se realizaban los procedimientos), una venia sosteniendo
a la otra, la cual se veía adolorida, con cara llorosa y con depresión en su
mirada, según el, creía acababa de abortar y su amiga venia a darle apoyo, me
dijo que sentía un vacío en su corazón que no se sentía bien y que realmente
había salido frustrado de ese lugar. Daniella dijo lo mismo que había sido
difícil para ella, que era un lugar con un ambiente pesado y con malas
energías, yo estaba como en schock y decidí callar y simplemente olvidar para
seguir mi día normal.
Pero lo único que puedo decir es que en mi día
siempre estuvo presente el temor, miedo
y dolor de esas personas que acuden a estos lugares para acabar con la
vida de un ser inocente por miedo a que esto les afecte su propia vida. Después de este día puedo decir que no abortaría, aunque sinceramente antes de esta visita tampoco estaba de acuerdo con este procedimiento, pero luego de ver la realidad el día de hoy rectifico mas que nunca podría hacerlo.
